viernes, 7 de enero de 2011

Un mito en la ventana......

Lo que para algunos se convierte en un acto de amor y sacrificio total por el otro, para otros es la oportunidad perfecta para aprovecharse de buenos sentimientos y destruir casi que por completo el buen camino de quien tanto le ha querido.

Es curioso ver como las personas solemos lastimar a quien más fiel y sincero nos ha sido, muchos han dejado por nosotros sus sueños pausados en el tiempo, por hacer realidad los nuestros y en ocasiones pagamos de una manera poco correcta.

Hace unos días tenía la oportunidad de hablar con alguien quien me contaba lo exitoso que hubiese sido en su vida si su antigua pareja no se hubiese aparecido en su vida, este joven cuando apenas contaba con 17 años enfrento a su familia, dejo sus proyectos de ser profesional al lado, dejo sus amistades, su forma de ser, sentir, vestir, actuar, en fin dejo todo lo que por sí mismo era por el ambicioso ideal de una relación estable donde el amor y el respeto primara, después de 4 años de relación este descubrió que era parte de un bonito y escalofriante espectáculo, que su pareja salía hace 5 años con otra persona y que el simple y llanamente había sido otra rueda suelta dentro de la vida de este.

Es ahí donde debemos hacer un pare en el camino y reflexionar que tan sano es dejar todo contra nada, muchas veces nosotros mismos sabemos que esa relación posiblemente no tendrá un final feliz y seguimos navegando, alejándonos cada vez más de la orilla que nos salvara ante un fuerte maremoto y terminamos por vernos en medio del océano donde no somos nadie, donde no somos más que una simple masa que se mueve por inercia y voluntad propia.

No es pues justo que acabemos con los sueños de otros, que prohibamos a nuestras parejas su libre desarrollo, que tratemos de a poco de acabar con su forma de ser, después de todo cuando conocimos a esa persona la conocimos con una historia, una vida, unos sueños y ello fue parte de lo que no enamoro, no resulta pues ahora lógico que hagamos cambiar todo ello en el nombre del amor  y terminemos viendo como nuestras parejas se opacan, se marchitan y terminan por perder sus rumbos aun cuando tenían un horizonte bien definido.

Seamos pues artífices de nuestro propio futuro, luchemos por ellos, atrevamos a soñar con las estrellas así nos quedemos en la nube más alta y comprendamos que el amor no es sinónimo de subordinación, que quien pretende acabar con nuestro futuro no es nuestro amigo, que quien prohíbe nuestra forma de ser no nos merece y que quien en el nombre del amor trata de manipularnos con razones baratas no es alguien adecuado para que esté a nuestro lado, chicos, chicas ¡vamos! es ahora cuando lo pueden hacer, que deben poner igual su punto de vista sobre la mesa y expresar a sus parejas que a pesar de que el cariño por ellos es enorme e infinito, el cariño por ustedes mismos lo es más.

NO permitan pues que sus sueños se marchen por la puerta grande, que la soledad se vuelva su amiga constante y que tengan que parecen a ver como se sus años mozos han ido a otro lugar y ahora solo son parte de un mal mito colgado en una ventana. 

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